top of page

Cada uno está en un punto del mapa, y en épocas distintas, en dos de las producciones televisivas más ambiciosas de la nueva temporada. Hugo Silva (Madrid, 1977) en Cádiz, en el Siglo XVI, llevado por la aventura épica de El Corazón del Océano, sobre la primera expedición de mujeres de la historia, doncellas españolas destinadas a contraer matrimonio con los conquistadores de las Américas para evitar el mestizaje con los nativos, según la novela de Elvira Menéndez(ed. Temas de Hoy). Le acompañan en la aventuraIngrid Rubio y Clara Lago. Ella, Adriana Ugarte (Madrid, 1985), ha viajado al Marruecos colonial, transformada en la modista del libro revelación deMaría Dueñas El tiempo entre costuras (ed. Temas de Hoy), trama de conspiraciones y espías en la que la acompañan Tristán Ulloa, Elvira Mínguez y Raúl Arévalo. Es Sira Quiroga, la joven que abandona Madrid en los meses previos a la Guerra Civil arrastrada por el amor loco hacia un hombre a quien apenas conoce. Los unimos gracias al teléfono para hablar de 'Lo contrario al amor' y de la pareja. En la vida y en el cine.

LA PAREJA¿Con qué parte de sí mismos conectaron para interpretar a este bombero con fobia al fuego y a esta masajista naturópata que se enamoran locamente?

ADRIANA UGARTE: Yo con mi afán de tenerlo todo bajo control, cuando en realidad la vida es bastante incontrolable y te sorprende casi siempre. Me identifico bastante con Merce, con sus muchas contradicciones. Es profundamente humana. Me ha dado la oportunidad de enfrentarme al reto de hacer comedia, empezar a reírme de mí misma y quitarle importancia a las situaciones, algo que resulta muy sano.

HUGO SILVA: Yo con mi parte más blanca, más inocente. Casi siempre busco algo que no tenga que ver conmigo al interpretar, pero esta vez he tirado de esa parte íntima mía, no ha sido un personaje de composición. Raúl no tiene un lado oscuro, ni retorcido. Es muy buena persona, un buen tipo. Cuando la caga, la caga por sencillo. Tiene algo de héroe sin pretenderlo.

Y SUS TRAMPAS¿Qué han aprendido de la pareja?

A.U.: Que las cosas que más feliz te hacen en la vida no tienen claves. Que lo contrario al amor es intentar definirlo. Merce intenta tenerlo todo bajo control para encontrar la tranquilidad a la que aspira, pero lo que más nos gusta no tiene leyes. Y yo creo que cuando pretendes cambiar lo que no te gusta del otro es por una especie de asco hacia ti mismo que te entra cuando empiezas a tomártelo todo muy en serio y el otro, más que una persona, es un elemento de tu proyecto. Y claro, si se salta tus predicciones consideras que está jugando con tu sagrada felicidad.

H.S.: Para mí lo contrario al amor es la cabeza, amar con la cabeza. La película reflexiona mucho sobre por qué la cagamos, por qué nos equivocamos, qué miedos tenemos cuando estamos enamorados, cómo los celos van a la contra. No soy gran fan de la comedia romántica, pero cuando vi los cortos del director, su consistencia y profundidad, ya supuse que iría más allá de lo habitual en la comedia romántica, que reflexionaría mucho sobre lo patéticos que podemos llegar a ser cuando nos enamoramos. Es maravilloso enamorarse, pero... ¿por qué cuando nos gusta alguien y decidimos que esa persona ya es nuestra empezamos a intentar moldearla, a querer cambiar esos detallitos que no nos convencen, a pretender que se interese por esto o lo otro? Es, de alguna forma, el comienzo del declive. Y de eso habla la película. El espectador saldrá con la sensación de haber visto una comedia romántica divertida pero pensando mucho. Incluso preguntándose si el concepto de pareja tradicional de siempre puede pervivir en los tiempos que corren.

¿’FOLLAMIGOS’ O NOVIOS?¿Cuál es su escena favorita de la película?

A.U.: Cuando están en la cama y ella le pregunta si va en serio o son solo follamigos, y entonces él la abraza por detrás y le dice al oído que cuanto más le aprieta, más se aleja, y que cuanto más confía, más cerca está de ella.

H.S.: Le tengo mucho cariño a la última, por lo que evoca y porque contiene mucho romanticismo, pero conviene no desvelarla... Es una situación muy de comedia y a la vez muy tierna,que reabre el conflicto. Como se dice en un momento de la película, a partir del instante en que dos personas se declaran amor es cuando empieza a romperse la historia de amor.

¿Qué referentes a seguir les puso el director?

A.U.: Sobre todo referencias americanas. En algunos momentos me decía que tenía que ser más Jennifer Aniston, o Shirley MacLaine, o Michelle Pfeiffer. Y en todo momento buscaba el ritmo de comedias románticas que nos han impactado mucho, como Cuando Harry encontró a Sally (Rob Reiner, 1989). Yo busqué a mi propia payasa interior, que se parece más a Shirley MacLaine porque de repente me pongo muy dramática.

H.S.: Vicente tiene un sello y una visión de la vida muy personal. No te sientes en manos de un director novel, sino de alguien con las ideas claras, que cuida a sus actores y que se hace entender perfectamente. A veces nos decía que teníamos que ser neoyorquinos en el acting. Que no nos pesaran demasiado los antecedentes de los personajes, sino qué es lo que sucede en la escena y punto.

PAYASOS¿Fue un rodaje divertido?

A.U.: Muy agradable, con un equipo maravilloso. Vicente es uno de los directores con más intuición y capacidad de dirección de actores que he conocido. Animo a todo el mundo a que trabaje con él si puede. Y Hugo es un sol, un caballero, alguien que va de lo que es, no de otra cosa. Te sientes tranquila con él. Como actor es muy libre, te pone en ese lugar de no tener nada cerrado, para que surjan las cosas de manera espontánea.

H.S.: Uno de mis mayores alicientes era poder trabajar con Adriana. Descubrí a alguien con un sentido del humor parecido al mío, somos muy payasos los dos, nos hacen gracia las mismas cosas. Me parece uno de los talentos más bestias del panorama actual. Tiene un talento salvaje.

bottom of page